La oruga del tomate

Una plaga muy común en el huerto,especilamente si no se trata, es la oruga del tomate (Helicoverpa armigera). Muy importante recordar que es una oruga, y no un gusano, y que por ende se trata de un insecto que un día se transformará en mariposa (o para ser más exactos, en este caso, en polilla). 

Como en el caso de cualquier otra polilla, su ciclo de vida es muy sencillo. La mariposa pone los huevos en el envés de las hojas de la planta que se alimenta, y en pocos días nacen las polillas, que comienzan a comer y comer hasta adquirir el tamaño adecuado para entrar en estado de pupa o crisálida. De esta, emergerá la futura polilla, que se apareará y volverá a comenzar el ciclo.
Es facil saber si la oruga del tomate está afectando a tu cultivo porque aparecen perforaciones en los frutos, por los que la oruga se introduce y alimenta, dejando dentro sus productos de desecho. Es una oruga muy comilona, y no se conforma con los tomates, siendo capaz de infectar otros frutos como los pimientos, en nuestro caso.
Para verla, hay que hacerlo al amanecer, pues se trata de una oruga nocturna,y si no es dentro de los frutos (yo no he podido encontrarla), hay que buscarla en el envés de las hojas. De hecho, los huevos, que también deposita ahí, de color amarillo o blanquecino, son visibles al ojo humano.
En caso de tener una planta infectado por esta oruga, hay que actuar al menor síntoma, eliminar los huevos y tratar las plantas. En el blog: Dos urbanitas en el campo, nos proponen un tratamiento a base de pulverizaciones de bacillus turigiensis y purín de ortiga. El primero es un insecticida biológico que cuando es ingerido por la oruga daña su aparato digestivo y provoca su muerte en pocos días. Como solo afecta a la oruga, y no a sus huevos ni a la polila que los pone, habrá que estar aplicandolo de modo frecuente.
Des mismo blog, he tomado la fotografía que aquí os dejo, ya que yo no he conseguido observar ninguna polilla in vivo.

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